jueves, 3 de marzo de 2011

Triunfando desde el exilio

La Vereda se contactó con Caño 22, en pleno corazón de Los Angeles. Conocé la historia de la banda que le puso ritmo argentino a California.
Muchas historias sobre destinos inciertos pueden contarse a raíz de la incertidumbre generada en el 2001. Un país en crisis y sin oportunidades; con un presidente renunciante y miles de personas afectadas anta tamaña colisión social.
Frente a semejante desconcierto, fueron muchos los que decidieron emigrar del suelo argentino sin nada más que un puñado de sueños en el bolsillo. No todos encontraron lo que fueron a buscar, otros, en cambio, llegaron a su lugar en el mundo.
Así comienza la historia de Caño 22, un grupo de amigos integrado por Joel Driz (primera voz), su hermano Brian Driz (timbales y segunda voz), Santiago Rivera (bajo), Claudio Lemoli (congas), Luis Lanzillotta (teclados), Felipe Haltenhoff (cencerro) y Marcos Villarroel (güiro). Juntos siguieron sus sueños y se convirtieron en la primera y única banda de cumbia villera en los Estados Unidos. California los unió, y el resto lo hicieron ellos, intentando abrir un mercado aún virgen para este ritmo particular.
Marcos Villarroel es uno de los miembros más antiguos de la banda, tenía sólo 22 años durante aquel dramático 2001 cuando decidió empezar de nuevo. Partió solo en primera instancia; se instaló en Washington procedente de Quilmes y retornó por un mes para luego si, quedarse definitivamente en territorio anglosajón; aunque esta vez en Los Angeles, California. Allí consiguió empleo estable, seguridad y un grupo de amigos con los que formó su actual proyecto y desde allí también, dialogó con La Vereda para contar su historia.
“El 22 de febrero pasado fue nuestra primera fecha oficial, en la Diosa, un club local. Si bien veníamos tocando desde años atrás, esta banda se fue rearmando de a poco. Establecimos los códigos, como corresponde, ensayamos y salimos al frente con el objetivo de llevar la cumbia argentina a Los Angeles. Fuimos conscientes que al principio iba a costar imponer el estilo, debido a la variedad latina que se encuentra en esta parte de California, por eso comenzamos a tomar canciones de artistas variados y modificamos el ritmo, eso llamó la atención y gustó”.
Ya establecidos como grupo, Caño 22 se dirige a su etapa más compleja, la de preparar un disco y comenzar a presentarlo. Esto último ya es un hecho, ya que tocarán en el Conga Room un “excelente lugar de L.A, propiedad de Jennifer López. Es un recinto muy especial para la ciudad, han tocado grandes artistas como APL.DE.AP, DJ de los Black Eyed Peas o el famosísimo rapero Snoop Dogg” relata Marcos y agrega que “no solo nos sigue la gente latina, ya son muchos los norteamericanos que nos escuchan y vienen a nuestros recitales”.
Cabe destacar, como dato curioso que, Caño 22 hizo una versión de “Bye bye”, canción del grupo rosarino Vilma Palma, grupo que ha despertado a lo largo de estos años un gran cariño por parte de la gente californiana. “Ellos acá son intocables. Tienen seguidores por todos lados, tocaron mucho por estos lugares. La mayoría de la gente que los escucha son mexicanos. Eso nos dio la pauta de que debíamos reversionar esta clase de temas con nuestro estilo”.


En el mientras tanto, la banda se encuentra masterizando lo que será “Caño 22”, su placa debut. Ella tendrá, según prometen los autores, un sonido diferente y único para el estilo, editado en la multinacional Paramount Studios, en Hollywood. “Queremos sonar como artistas de primer nivel latinoamericano. Esa idea la trasladamos al estudio y nos prometieron hacerlo. Cuando después escuchamos el resultado, no lo podíamos creer” sostuvo el músico.
Grabar en la Meca del Cine, tocar en lugares importantes y llevar adelante una gira de 48 fechas durante el año pasado han sido las credenciales de este grupo, gracias a ser “los únicos en hacer este estilo. Por eso tenemos tantos proyectos y fuimos creciendo tanto en solo un año. Era la idea y nuestro sueño al comienzo de todo”.

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