miércoles, 27 de abril de 2011

Arquitecto Cervecero


Fue el elegido para lidiar con la difícil tarea de mantener a Quilmes en Primera División pero además es uno de los personajes más carismáticos del fútbol criollo. Bienvenidos a su mundo.

El centro porteño es un caos, nada fuera de lo normal para un viernes de horario pico y previo a un fin de semana largo. Bocinazos, entredichos, mezcla de oficinistas raudos por volver a casa con inminentes trasnochadores a punto caramelo. En el medio de todo eso y en plena vereda del hotel donde concentra el equipo cervecero está el, mirando todo con una paz envidiable, lejos de las locuras y desesperaciones que le esperan cada fin de semana en el corralito de cal, su lugar en mundo.
¿Cómo estás Ricardo?
Bien, adaptado al plantel totalmente pero con la desesperación lógica que arroja la situación y el poco tiempo que nos queda por delante. En este lapso busco que el equipo responda, cosa que lo viene haciendo aunque no tuvimos la suerte necesaria de que los resultados nos acompañaran. Creo que solo un punto en estas fechas es demasiado poco, pero soy consciente que he metido la cabeza dentro del león.
¿Es el desafío más importante como entrenador teniendo en cuenta el factor tiempo?
Si, no tengo dudas. Estamos muy apretados y hay mucha juventud en el plantel, pero confío en ellos y también sé que los puntos que tenemos no reflejan la realidad de lo hecho en los partidos que jugamos pero esto es fútbol y sabemos que a veces no se logra la suerte necesaria pero a la larga Dios recompensa las cosas que se hacen bien y esperamos llegar a las últimas fechas con confianza y si hay que morir, hacerlo de pie.
¿Cómo se trabaja con un jugador bajoneado no solo por los resultados, sino también por la situación en el campeonato?
Trato de no tocarles el tema ante jugadas poco comunes del partido. A veces los goles que nos convierten son fatalidades, como los que hizo Huracán con rebotes fortuitos para el rival y dos claros off-side. Por eso, no se puede decirles nada porque creo que si se le habla de jugadas puntuales se daña al jugador. Ante los errores, el mejor aliciente es confirmar al protagonista para el próximo partido, para que no caiga su confianza.
¿Existe la posibilidad de empezar un nuevo proyecto en el ascenso si el final no es el buscado?
Es posible. Pero no es lo mismo armar un plantel para la B que para Primera. Desde hace varios años que trabajo con equipos de la máxima categoría y quizá volver ahora al ascenso no sería fácil, pero creo que por ahora no tengo tiempo de pensar en eso ahora. Primero queremos zafar de esto, después te digo (risas).
¿Qué sensación te causa ver equipos formados casi en su totalidad por vos como Tigre, Argentinos, Newell´s o Racing?
Realmente me pone muy contento. Se ha dejado una base y quiero que les vaya bien, pero a veces el tiempo es tirano y no me lo doy ni yo mismo. Si me hubiera quedado en Racing hoy estaría bárbaro, pero empatamos 4 de 5 partidos y eso no me servía. Uno tiene que seguir trabajando, no hacerse tantos problemas.
¿Consumís mucho fútbol?
Antes era más enfermito. Ahora paré un poco porque con el tema del descenso a uno le hace mal a veces, aunque miro partidos para conocer rivales y saber a quién vamos a enfrentar. No es malo verlos, se puede aprender cosas.

¿Te afectó a nivel salud el hecho de llegar a equipos que siempre comienzan con la soga al cuello?
A veces tanto nerviosismo me ha pasado factura, más allá de los clásicos dolores de cabeza o afonía. Hubo partidos en los cuales terminé literalmente hecho pelota (risas). De por sí que vivo los partidos a full, medio trastornado. El fútbol me ha dejado secuelas pero es el oficio que elegí y no me puedo quejar. Todos sabemos que esto deja más tristezas que alegrías.

A medida que pasan los minutos y las preguntas, Ricardo se suelta aún más. No es un típico personaje del fútbol, con el cassette incorporado. Justamente eso le ha brindado la posibilidad de ser amado u odiado dentro del ambiente, pero jamás pasado por alto.
“Tal vez una de las mayores alegrías que tengo es la de ir por la calle y recibir tantas muestras de cariño. Noto que la gente me aprecia y eso te marca porque es señal que uno excede la figura de un entrenador y pasa a ser una persona querible”.
Más allá de eso, la vida profesional del entrenador cervecero tuvo sus cosas duras, que trascendieron lo deportivo. Tal fue el caso del incidente mediático que protagonizó con el jugador colombiano Juan Angulo, quien lo acusara de pedirle dinero a su representante para que éste participara en la primera de Tigre, equipo dirigido por Caruso en ese momento. “En un momento me calenté demasiado, pero como en ningún momento los tres empresarios que representaban al jugador respondieron las cartas documento que envié...me quedé tranquilo. Desaparecieron todos, incluso el jugador me admitió que un periodista lo instigó a decir lo que dijo en ese momento. Hay periodistas que son buenos y otros, malos. Hacen mal, escarban para poder escalar peldaños, caso Joselito Amado o Juan Cortese (NdR: Radio La Red y TyC Sports, respectivamente). Usaron mi nombre para tapar otras cosas que por desgracia se taparon y lamentablemente quedé sucio en algo que no tuve nada que ver. Yo no puse al jugador porque de los 4 meses que estuvo con nosotros, 3 los pasó desgarrado y hoy lo mandaron a China. Por suerte estoy tranquilo y sé que todo en la vida se paga y ellos la van a pagar”.

“Iniesta y Messi son buenos jugadores...pero que vengan a la cancha de All Boys”

Fiel a su estilo, Caruso charló sobre el nivel del fútbol actual, tanto en los estadios argentinos como en el extranjero.
“Veo un torneo mediocre, de chispazos. A veces aparece Estudiantes, otras Vélez o Racing, que tiene sus momentos. Pero ninguno me vuelve loco, no estoy pendiente de ellos, solo me fijo en Quilmes, salvo cundo los enfrentamos. Cuando nosotros damos dos pases seguidos, ahí si me pongo contento” (risas).
¿A nivel internacional te identificas más con un Mourinho (DT del Inter italiano) o Guardiola (entrenador del Barcelona)?
Sinceramente me dan lo mismo. Lo de Mourinho consiste en poner 11 tipos atrás y listo, no hay que mirar mucho. Y Guardiola, con los jugadores que tiene...pasa también que el Barcelona juega solo... ¡a los rivales les hacen siempre la misma jugada y se la comen!, además los arqueros parecen astronautas, se tiran al revés. Sé que Iniesta y Messi son buenos jugadores, sin ninguna duda, pero que vengan a la cancha de All Boys o la de Tigre, como siempre digo, a ver si pueden jugar ahí, no es tan fácil para ellos. En el fútbol español, entre los rivales que son bastante pobres y las canchas que son más grandes...

¿Los técnicos tienen anhelos parecidos a los futbolistas, el deseo de ir a un equipo grande de Europa, la Selección...?
Particularmente, no. No tengo la desesperación de agarrar equipos, lo que tuve que hacer lo hice. Me tocó en el ascenso, clubes de primera, grandes, cosa que nunca hubiera imaginado y llegué. ¿Boca? ¿River? ¿La Selección?, no tengo más nada para descubrir. Simplemente dirijo porque me gusta y me da placer, por el trabajo y las necesidades obvias, aunque reconozco que en este último tiempo me dieron ganas de largar todo, pero bueno, siempre los clubes te buscan pero ya nada me mueve un pelo. Eso sí, cuando agarro, quiero salvar al que me contrata.

Cuando la charla amenaza con seguir y los minutos vuelan llega la hora de la cena, Caruso, siempre amable, se levanta y empieza su retorno al búnker cervecero. No sin antes hacer una promesa que evite que Quilmes descienda. “Queda registrado en La Vereda. Si nos salvamos sale un auto para cada uno. Eso sí, habrá que hablar con las concesionarias para que nos regalen algunos” y partió con el sueño a cuestas, como el de todos los hinchas cerveceros.

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